sábado, 3 de noviembre de 2007

te quiero demasiado


Apareciste en el momento justo y a la hora indicada,
cuando más se me tambaleaba el piso llegaste
para tomarme de la mano y sostenerme,

ahí estabas tú, radiante como el Sol, bella como una flor...
Tu ternura hizo que mis lágrimas cesaran, tu sonrisa
logra cambiar mis penas por alegrías...

Al mirarte sentía ese calor, esa energía que se plasmaba
en las paredes del corazón con firmeza.

Tus palabras que al oído me decías,
"es tiempo, es tiempo de volver a empezar"
¿Cómo agradecerte?, No sé...

Sólo se me ocurre decirte hoy, en mi carta de amor,
cuánto te amo! que me hiciste volver a
creer que mi corazón al igual que una flor
en primavera floreció...

Hoy me doy cuenta de la cantidad de amor que todavía
tengo para dar. Aprendí que a una mujer
hay que saberla querer, hay que cuidarla como se cuida
una rosa... que hay que amarla y decirle cuanto
uno la quiere, sin verguenza ni pena,

que hay que valorarlas y darles su lugar.
De que sirve ser lindo por fuera si se lleva lo peor
por dentro... Hoy quiero gritar a los cuatro vientos
cuanto te quiero. ¡Cuánto te amo!
Si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo.

Ya no tengo palabras por tanto agradecimiento,
hay algo que no se debe perder nunca y es la fe,
la esperanza de ver nacer un nuevo amanecer.

Siento cuando en un susurro en voz tierna me dices
cuanto me amas, cuanto me quieres...

Y eso hace que mi corazón se quiera salir de su lugar,
que tú eres mi todo, que tú eres mis ganas de vivir.

Hoy quiero decirte que no te extraño, por que estás
en mí siempre, estás en el aire, en el Sol, en las estrellas...

es simple, son sencillas, estás en lo más profundo
de mi corazón.
Por ti, para ti esta carta de amor,
y por siempre te amo...

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